Publicado: Martes, 20 de abril de 2010, 22.30HEC
FC Internazionale Milano - FC Barcelona 3-1
El vigente campéon sufrirá para estar en la gran final después de caer en San Siro ante el Inter de un gran Milito.
El FC Barcelona tendrá que tirar de épica en el Camp Nou la próxima semana si quiere estar en la gran final de la competición. Se adelantó en el marcador a través de Pedro Rodríguez pero se vio superado ante la intensidad del FC Internazionale Milano que remontó gracias a los goles de Wesley Sneijder, Maicon y Diego Milito. El Barcelona no se sintió cómodo durante todo el encuentro y tendrá que remontar en el Camp Nou este 3-1 adverso si quiere reeditar su corona como campeón de Europa.
Inter y Barcelona saltaron al césped de San Siro dispuestos a poner un pie en esa fecha marcada a fuego en el calendario: la gran final del 22 de mayo. El aspirante italiano llegó al encuentro con las señas de identidad de todo equipo de José Mourinho: solidez y contraataques a velocidad de vértigo encabezados por su tridente Samuel Eto'o - Milito - Goran Pandev. El Barça, vigente campeón, apostó por otro fútbol, el de la rápida circulación de balón y la pelota cosida al pie, para lo que Josep Guardiola sacó a su equipo de gala, incluido el recuperado Zlatan Ibrahimović en la punta de ataque.
No sorprendieron los compases iniciales, que siguieron las directrices esperadas. El Inter se cerró muy bien atrás, con las líneas muy juntas a la espera de una pérdida de balón para montar el ataque. Despreció la posesión porque no la necesitó. El Barça, por el contrario, intentó generar peligro a través de jugadas colectivas, pero el trabajo defensivo del Inter rompió la creatividad azulgrana, en gran parte debido a un Xavi Hernández que no se sintió cómodo. Con este panorama el Barça tanteó su plan B, la alternativa que le ofrece el juego de espaldas de Ibrahimović.
Esta dinámica transcurrió durante el primer cuarto de hora, momento en que el Inter sacudió el encuentro con un disparo de Eto'o que rechazó Víctor Valdés para que rugiera San Siro. La ocasión desperezó al Barça en lo ofensivo, que cumplió en el 19' una de las premisas de Guardiola: marcar a domicilio. Fue entonces cuando Maxwell apuró línea de fondo ante la indolencia de la defensa local para colocar un pase atrás que remató al fondo de la red Pedro, nueva 'bestia negra' del equipo italiano, ya que también le marcó en la fase de grupos.
A pesar del gol, el equipo español pasó malos momentos en este primer tiempo debido a la intensidad y a la verticalidad local. Milito capitalizó la mayoría de ocasiones. Rozó el tanto con un disparo dentro del área pero se sacó la espina poco después con la asistencia del empate. Recibió de espaldas dentro del área y Pandev arrastró a la defensa para que un Sneijder desmarcado en la izquierda que no fallara ante Valdés.
El Inter arrancó con mucha fuerza tras la reanudación y fruto de ello se adelantó en el marcador después de una pérdida en el centro del campo azulgrana que propició una nueva contra liderada por Milito. El argentino, como en el primer tanto, levantó la cabeza y filtró un buen pase atrás para que Maicon fusilase al fondo de la red en el 48'. Fue el comienzo soñado para el Inter de Mourinho.
Después de unos minutos confusos, el Barcelona volvió a tomar el ritmo del partido con un par de ocasiones consecutivas. Primero fue Messi, muy vigilado todo el partido, el que probó a Júlio César con un disparo desde la frontal, y poco después el portero brasileño volvió a lucirse con un cabezazo a bocajarro de Sergio Busquets. Perdonó el Barça y el Inter no lo desaprovechó.
Una nueva pérdida en la salida de balón condenó a los azulgranas, que encajaron el tercer tanto. Con la defensa descolocada Eto'o colocó un balón perfecto a la llegada de Sneijder, que remató de cabeza para que Milito fusilase a la red ante el éxtasis de San Siro. La eliminatoria se ponía cuesta arriba para el Barcelona, que con el gol vivió su primer cambio con la entrada de Eric Abidal por Ibrahimović.
En los últimos compases el Inter retrasó su línea defensiva y el Barcelona apretó los dientes. Messi puso en dificultades a Júlio César con un libre directo y Piqué, que tuvo sus ocasiones, se sumó al ataque como un delantero más, pero nada cambió el resultado final. El Barcelona tendrá que mostrar su mejor versión si quiere estar el próximo 22 de mayo en la gran final de la UEFA Champions League que se disputará en Madrid.
